Lectura teatralizada
El teatro leído consiste en la lectura dramatizada de textos teatrales que tan solo exigen una mínima adaptación para ser representados con la ayuda fundamentalmente de la palabra, a cualquier edad, únicamente con la condición de un dominio lector a niveles aceptables, y en múltiples espacios, que se pueden transformar de su cotidianeidad a la condición de escenario. Tal vez sea esta una definición acertada por simple, pero efectiva, del término.
El teatro en general, y el teatro leído en particular, es un excelente instrumento de acción educativa, social y cultural, una estrategia privilegiada de animación sociolingüística y a la lectura, favorecedora de aficiones a las artes escénicas y tremendamente lúdica.
Estas potencialidades lo facultan como herramienta versátil y de fácil aplicación para ser desarrollada en contextos escolares, de tiempo libre y socioculturales en general, con carácter intergeneracional y por toda una amplia variedad de agentes sociales, educativos y culturales.
El gran público puede recordar cómo décadas atrás era testigo y fiel seguidor de seriales radiofónicos que permanecen en el imaginario afectivo de varias generaciones y que son un ejemplo mediático de la aplicación práctica de esta modalidad interpretativa, como lo ha sido, con otros objetivos de carácter sensibilizador y crítico, el teatro social y del oprimido, con autores como Paulo Freire o Augusto Boal.
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